Mostrando entradas con la etiqueta Plot a twist! 2016. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Plot a twist! 2016. Mostrar todas las entradas

Reto escritor | Mes de Abril


¡Hola!

Mientras me paseaba por los retos de escritura a los que me he apuntado recibí un golpe de inspiración con uno de ellos. Con el Plot a twist! del mes de Abril. 
Sí, sé que me faltan realizar los meses anteriores, pero no pude aguantar y me puse a escribir un relato con los tres últimos bloques publicados.
Tan bueno fue el golpe inspirador que usé dos bloques para una misma historia. La increíble melodía, y la siguiente frase: A veces, lo último que necesitas es un caballero de brillante armadura.

Aquí va...

~•★•~
No más caballeros

Hoy dejaré de existir.

—Andando.

Un hombre vestido de negro abre la cápsula en la que he sido encerrada por un mes. Me empuja sin tacto a pesar de que camino por voluntad propia.

Por el pasillo oigo los murmullos de los otros sujetos atrapados en cápsulas. Por sus susurros, por sus miradas fijas en mi andar, comprendo que es su modo de mostrar respeto hacia alguien que no volverá a respirar.

El hombre vuelve a empujarme, y tropiezo. Caigo de rodillas, y agacho la cabeza para observar mis manos presas por las grilletes. Los otros prisioneros golpean las puertas de sus cápsulas, unos insultan al hombre de negro, otros me animan a que me ponga de pie.

—No le hagas creer que eres débil —grita uno de ellos.

Sé que desean que llegue hasta el final con la cabeza alta, sin rebajarme ante ellos, ¿pero cómo podría hacerlo cuando lo he perdido todo?

Mi familia, mis amigos. El amor de mi vida. Nunca pensé que el hombre al que amaba terminaría traicionándome.

Soy Xira, un Allren. Según la mayoría, mi especie debe dejar de existir.

Siglos atrás, muy muy atrás que parece haber ocurrido en el sueño de alguien, los Allren fueron responsables de destruír centenares de planetas. Acabamos con miles de civilizaciones, y provocamos demasiada oscuridad. Por eso nos ven como asesinos sin corazón. Monstruos.

Nos temen, pero más que todo nos repudian por algo que pasó hace tanto que he llegado a creer solo son cuentos de miedo que les dicen a los niños para que no hagan travesuras.

Nos llaman «Rinnes», que en nuestro idioma significa «carne podrida».

Por años viví escondida con mis padres y mi pequeña hermana Xen. Habíamos aprendido a camuflar nuestro origen, y fácilmente podíamos ser confundidos por unos simples humanos. El único modo en el que alguien supiera que éramos Allren es si nos obligaban a mirar una Luna llena. Nuestros ojos cambiaban a su verdadero color: el rojo.

Lo bueno era que casi nadie sabía sobre esto, así que en esas noches nos asegurábamos permanecer en casa hasta que llegara el siguiente amanecer.

Un día conocí a Mattew, un humano.

Quedé perdidamente enamorada de él, tanto que llegué a confesarle de dónde provenía en realidad. Tanto que le conté lo que me provocaba la Luna.

Fui una tonta.

El hombre de negro me obliga a pararme sujetándome del cabello. Grito de dolor sin desearlo.

Los golpes aumentan tanto en intensidad como en rapidez. Miro a uno de los prisioneros, y su rostro es de completa furia. Sus ojos encendidos, teñidos con el color de la sangre de los humanos.

En esta prisión mantienen cautivos a los de mi especie. Somos cientos los que pronto moriremos. 

Nuestros captores solo nos asesinan de a uno, lo convierten en un espectáculo que se transmite a cada planeta, y alargan el sufrimiento hasta que el cuerpo se vuelve inerte.

Mis padres fueron asesinados hace unas semanas. Mi hermana murió hace tres días.

Soy la única mujer que queda.

Al parecer somos blancos fáciles de atrapar. En cada planeta en el que un Allren se ha escondido, las de mi género son las primeras en morir.

Hemos vivido tanto tiempo con miedo, escondiéndonos, que hemos llegado al punto de ser frágiles y torpes. 

Nuestra líder se sentiría tan decepcionada de nosotras. Allera, la primera Allren. Lo humanos la considerarían una deidad si supieran de lo que era capaz. Mis padres me contaron sobre ella, al igual que mis abuelos los hicieron con ellos. Su historia es trágica, pues muere a manos de alguien cercano.

En mi planeta, las Allren éramos el género fuerte. Éramos respetadas. Todo gracias a Allera, porque su fuerza nos mostró lo que nosotras podíamos hacer. Los humanos dejarían de subestimarnos si tan solo supieran.

—No hagamos esperar a la audiencia —susurra cerca a mi oído.

Suelta mi cabello y me obligo a seguir andando, solo para su gusto.

Nos detenemos frente a una enorme puerta de metal. Mantengo la mirada fija en el suelo mientras el tipo le hace señas a la cámara pegada en una esquina. La puerta chirría al moverse con lentitud, su grosor lo hace imposible de ser movido por alguien.

«Mátalo»

Freno antes de cruzar por completo el umbral. Me estanco ahí, pensando que estoy oyendo cosas.

—¿Qué esperas? —El hombre me empuja, pero no consigue moverme.

«Mátalo»

Presiono los dientes, hago puños mis manos. La sangre bombea mi pecho con fuerza, como si alguien acabara de suministrarme una dosis de adrenalina.

«Mátalos a todos»

—Muévete, Rinne. —Esta vez usa ambas manos, y doy el paso que tanto desea.

Cierro los ojos e intento contenerlo. Mi cuerpo tirita como si tuviera frío. Me concentro en una sola imagen, la de mi hermana. Inhalo y exhalo, esperando que funcione y me relaje su sonrisa.

«Mata al humano»

Parpadeo y todo a mi alrededor se calla. Los oídos me zumban. Mi rostro se serena, como si acabara de despertar de un profundo sueño.

—Rinne inservible, ¿quieres morir aquí mismo?

Vuelvo a parpadear y tuerzo la boca, similar a una sonrisa. Uno las palmas, y con un simple movimiento separo las manos. Los pedazos de las esposas tintinean en el piso de metal. Me vuelvo tan rápido que el humano se muestra sorprendido. Abre la boca con la intención de hablar, y coloco mi palma en su pecho.

—El que morirá serás tú —murmuro con suavidad.

Le doy un leve empujón. El humano abre la boca para soltar su último aliento. Su rostro pierde color, sus ojos pierden brillo, y cae a mis pies.

Paso por encima de su cuerpo, al cruzar la puerta miro por encima de mi hombro hacia la cámara, y el sonrío. Camino hasta llegar a la unión de ambos pasillos paralelos, con las cápsulas haciendo de paredes. Hay un hoyo largo al otro lado de la baranda que tengo a medio metro, mostrando la variedad de pisos que conforma esta prisión. Coloco las manos sobre la baranda y exhalo. 

Cierro los ojos, y la pantalla negra muestra formas de colores. En cuestión de segundos veo el mapa general de la prisión. Cada celda, cada prisionero, cada hombre vestido de negro. En el piso más abajo terminan de hacer los preparativos para mi ejecución, ajustan las cámaras, se aseguran de ir bien maquillados para el espectáculo. Una luz roja parpadea por esa habitación y todos se alarman.

Abro los ojos y elevo los brazos, estirando cada dedo, dejando las palmas hacia abajo.

—Es hora de irnos —anuncio.

Hago puños las manos, y cada puerta de cada cápsula se tuerce, como si se contrajera, hasta convertirse en polvo.

Cada Allren permanece quieto, firmes y callados. Camino por el pasillo de la derecha y miro cada rostro. Sonrío al captar sus miradas encendidas, la sangre latiendo en sus ojos. Apoyo la mano izquierda en la baranda.

—Andando. —Tomo impulso y salto por el extenso hoyo.

Diría que hay más de cien pisos, pero el resto es llenado por otras especies, por malhechores de otros planetas.

Los humanos subestiman demasiado a sus mujeres. Las creen débiles, y suponen que los Allren femeninos somos iguales. Piensan que también necesitamos ser salvadas, que somos doncellas en peligro en búsqueda de un príncipe que nos saque de la torre.

Eso se acabó.

A veces, lo último que necesitas es un caballero de brillante armadura.

A veces, lo único que necesitas es recordar lo que hicieron otras mujeres, de lo que fueron capaces de hacer.

A veces, solo hace falta creer en ti.

No más caballeros. No más doncellas.

No más humanos.
~•★•~

¿Qué les pareció? *-*


Para saber más sobre mis escritos darle clic a la imagen de abajo




Plot a twist!: ¿Quieres ser libre?


¡Hola!
Luego de darle una última corregida traigo el primer relato creado para el reto "Plot a twist!". Decidí usar primer la siguiente frase:
Tu personaje es alcanzado por un rayo. ¿Qué le ocurre a partir de ahora?
¿Quieres ser libre?
«Esta noche es la lluvia de luces, ¿vamos juntas?»
Esa fue la última vez que hablé con Miranda, mi hermana menor.
Deben haber pasado semanas, quizás meses, aquí el tiempo se siente tan diferente.
En cuanto recobré la conciencia ya estaba atrapada, y me aterré al darme cuenta que no podía moverme, ni siquiera respirar. ¿Cómo seguía viva? ¿Cómo es que mi corazón aún latía? Hasta ahora sigo sin saber la razón, pero ya no estoy tan obsesionada para descubrirlo.
El miedo ha sido reemplazado por frustración, hasta he llegado a ansiar la muerte, la prefiero a seguir soportando esta tortura. 
A veces pienso que estoy soñando, que solo es una pesadilla más. El problema es que no consigo despertar, mis párpados tampoco funcionan. Oscuridad es todo lo que consigo ver.
«Claro»
Si tan solo me hubiera quedado en casa, pero era viernes por la noche, y toda la escuela iba a estar allí. Tom iba a estar allí.
Tom.
El horror atrapó sus ojos cuando ocurrió. 
«¡Cam!»
Esa fue mi hermana, quien corría hacia mí en cámara lenta. Todo pasó en cámara lenta, lo que me ayudó a notar cada pequeño detalle. Los árboles torcidos, señalándome para que nadie se perdiera el espectáculo. Los reflectores parpadeantes en el cielo oscuro, la lluvia de luces todavía no se detenía, y lucía aún más hermosa en esa espectacular lentitud. Volví a enfocarme en mi hermana, quien tardaba una eternidad en llegar a mí, y antes de que los reflectores me cegaran lo vi. Vi qué era en realidad esa lluvia de luces, y creo que en parte fue por eso que me desmayé.
Eran personas, o lucían como una, y gritaban, pedían ayuda. No sé cómo pero uno de ellos terminó estrellándose conmigo. No fue dolor lo que sentí, era como si me estrujaran el estómago. Liberé una espesa exhalación que enloqueció a la gravedad. De ahí todo se puso brillante, pero la oscuridad no tardó en opacarla. 
Y entonces desperté aquí, en la nada.
Ni llorar, ni suplicar, quien sea que me haya hecho esto no me dio oportunidad de derrumbarme.
—Cinco meses más.
¿Quién dijo eso? ¿Hola?
—Espera cinco meses más.
¿Qué? ¿Quién eres? ¿Cómo es que puedo oírte? ¡¿Quién eres?!
«¿Cam, dónde estás? Tom ya llegó»
Alex, mi mejor amiga, había llegado temprano al parque de ciclamores, sitio al que suelen reunirse los de mi edad para apreciar la lluvia de luces, la cual ocurre cada año. 
En realidad se trata de una impresionante danza de rayos, y en cada choque los relámpagos dejan a todos con la boca abierta. Pero lluvia de luces suena mejor, y así lo nombraron diez años atrás, desde que empezó este extraño evento.
«Llegamos en quince minutos»
Miranda se había retrasado, salió tarde de su clase de dibujo y no tuve otra opción más que esperarla.
El espectáculo inició a las ocho en punto, nunca se retrasaba, y en esta ocasión no fue la excepción. Mi hermana y yo llegamos cinco minutos después de que iniciara, y nos dimos prisa en buscar a nuestras amigas. Pero había tanta gente que la tarea nos resultó imposible, así que simplemente nos sentamos y vimos lo que ocurría allí arriba.
—Camelia, ¿quieres ser libre?
¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre?
—¿Quieres ser libre?
Sí, sí quiero.
—Espera tres meses más.
¿Esperar qué? ¿Quién eres? ¿En dónde estoy?
—Tres meses más.
«Ve por él, hermana»
Había visto a Tom charlando con sus amigos, sonriendo con frescura, casi ni miraba al cielo, como si le diera igual. Así que sí, fui por él, no sé cómo saqué coraje pero lo hice. Entonces un rayo me alcanzó.
Todos se apartaron en el mismo segundo, me sorprendió la sincronización de sus movimientos, hasta que me di cuenta que en realidad fueron empujados por la onda expansiva que produjo el rayo. Cuerpos salieron volando por todos lados, y el mío quedó tendido en medio del césped.
«¡Cam!»
Mi hermana fue la primera en levantarse. La noté maltrecha, con unos raspones en la cara; nunca la había visto correr así, como si su vida dependiera de ello. Y entonces la velocidad del tiempo se derrumbó. El rostro de Tom, la voz de Miranda, los gritos que soltaban los supuestos rayos.
—Te olvidarás de tu antigua vida, esta ya no te pertenece.
¿De qué hablas?
—¿Harás lo que sea para ser libre? ¿O quieres seguir encerrada?
Quiero ver a mi familia.
—Te olvidarás de tu antigua familia, tendrás una nueva, pero depende de ti.
No entiendo lo que quieres decir, ¿por qué haces esto? ¿Quién eres?
—Espera un mes más.
No, ¡sácame ahora!
—Un mes más.
Espera… espera… ¡Espera!
«¡Ayuda!»
Era una mujer, parecía tener la edad de mi madre, aunque no podría asegurarlo. Fue su voz la primera en oír, su grito desesperado, fácilmente pudo haberme roto el tímpano. Las demás voces llegaron en grupo, y aunque no entendía la mayoría de lo que decían pude comprender una palabra. Ayuda.
—¿Estás lista?
¿Para qué?
—¿Quieres ser libre?
Sí, ¿qué tengo que hacer?
—Solo tendrás una oportunidad.
¿Para qué?
—Una oportunidad, una salida, no la desaproveches.
¿Por qué…?
—Espera dos semanas más.
¡Déjame ir!
—Dos semanas más.
Quiero ver a mi hermana, quiero ver a mis padres. Quiero mi antigua vida. ¿Por qué haces esto? ¿Por qué a mí?
—Cuando la encuentres lo recordarás.
No entiendo lo que dices ¡Explícate!
—Ya estás cerca. Una oportunidad.
No, ¡no voy a escucharte! ¡Libérame! Por favor…
«Te ayudaremos»
Ella pedía ayuda. Su grito se me clavó en el pecho, pedía ayuda. Quería que la sacaran de ahí, quería…
«Te ayudaremos»
No sabía lo que decían, hablaban al mismo tiempo, sonaban desesperados.
«Encuéntrala. Encuéntrala, Clou. Libérala y nos liberarás»
¿Por qué el rayo me tuvo que caer justo a mí? ¿Por qué yo?
—Ayúdalos.
¿A quiénes?
—Encuéntrala.
¿A quién?
—Ya lo recordarás.
¿Recordar qué?
—Espera tres días más.
¡Dime quién eres!
—Cuando la encuentres lo recordarás.
Por favor, dime quién eres.
—No puedo decírtelo, hice una promesa.
¿A quién debo encontrar?
—Tres días más.
¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué el rayo me tuvo que caer justo a mí?
«Te ayudaremos. No te rindas. Encuéntrala. Libérala y nos liberarás»
Quiero irme a casa.
«Busca a tu hermana. Está atrapada, igual que nosotros. Búscala»
—Es la hora.
Mis párpados, al igual que el resto de mi cuerpo reaccionaron a su voz de forma casi inmediata, como si sus palabras fueran la llave de este encierro. Atrapo todo el oxígeno que necesito y le presto atención a lo que hay a mi alrededor. La verdad es que no puedo ver mucho, parezco estar rodeada por una especie de neblina.
¿Estoy flotando?
«Prepárate, Clou»
—¿Para qué?
«Están cerca, vienen por ti»
—¿Quiénes? ¿Qué quieren?
«Capturarte, igual que hicieron con tu hermana»
—¿Miranda?
«No, tu verdadera hermana»
—¿De qué hablas? ¿Por qué me llamas Clou?
Borrosas figuras aparecen detrás de la especie neblina, no les veo el rostro pero noto que sus siluetas brillan. 
—Te ayudaremos —dicen en coro—, te protegeremos.
Antes de formular alguna pregunta, un estruendo ensordece mis oídos. Los cubro en cuanto el siguiente no tarda en explotar, y varios le siguen de forma continua. Mis ojos se cerraron por voluntad propia, me aterra pensar que me encuentre en medio de un campo de batalla. No, no son granadas lo que oigo. Son… relámpagos.
Finalmente pestañeo, con mis brazos colgando a cada lado, y lo que sucede frente a mí podría causarme otro desmayo. Lluvia de luces
«Prepárate, Clou»
Las siluetas resplandecientes se agitan de un lado a otro sin seguir ningún patrón, y cada vez que se estrellan con unas siluetas similares pero bañadas con un color más verduzco producen el desgarrador sonido de un relámpago. Resulta que sí me encuentro en medio de un campo de batalla, solo que aquí no están los típicos soldados disparándose entre ellos.
Me vuelvo a tensar en cuanto percibo que una de las siluetas verduzcas parece haber sido disparada en mi dirección. Intento huír, pero esto de flotar no es lo mío, y apenas consigo moverme unos centímetros. Suelto un grito, y el siguiente relámpago explota justo en mis narices. 
«Prepárate, Clou»
El ruido me descoloca, y empiezo a ver doble. Caigo de rodillas y respiro por la boca. Sacudo la cabeza, estoy por enloquecer.
 —¿Miranda?
Justo debajo de mí tengo una perfecta imagen, tipo vista de águila, de mi hermana, quien sonríe mientras charla con sus amigas. Es el parque de ciclamores.
—¡Miranda! —Golpeo el piso transparente con mis manos echas puños una y otra vez— ¡Miranda!
Ella gira la cabeza, como si me hubiera oído, y grito aún más fuerte. Alguien la abraza por detrás, y mis cuerdas vocales son las siguientes en explotar. 
Soy yo.
Mi hermana ríe, se la ve tan feliz ahora mismo, y esa copia mía fue la causante. Continúo con los golpes, con los gritos, pero sé que nadie puede oírme por culpa de los relámpagos.
Nadie sabe que estoy aquí, nadie sabe que desaparecí.
«No te rindas»
¡Cállate! Ya no quiero oírte, solo acaba con esto de una vez por todas. Solo acaba conmigo.
«Encuentra a tu hermana»
Me da igual lo que me digas. Me da igual.
«Mira a tu alrededor, ¿no entiendes lo que ocurre?»
No me interesa.
«Si no haces nada, morirán»
Deja de hablar.
«Si no encuentras a tu hermana, todos moriremos»
¡No hables!
«¿Quieres volver a ver a tu hermana?»
Mi hermana. Ella no tiene idea. Esa copia la ha engañado por completo.
«¿Quieres ser libre, Clou?»
Sí quiero.
—¡Quiero salir de aquí! —Uno las manos y doy el último golpe al suelo, justo en donde mi hermana se encuentra.
Un reflector se enciende bajo mis pies, y una corriente de aire con sabor a flores me atrapa.
«Hasta pronto, princesa»
—Miranda, Miranda, despierta.
Uso la poca energía que tengo para levantar los párpados, y una mancha borrosa aparece en mi campo de visión. En cuanto la imagen se aclara reconozco a quien me anda gritando.
—¿Qué, qué pasa? —Levanto mi cabeza, y ella me ayuda a sentarme.
—¿Estás bien? 
—¿Por qué no lo estaría? —Frunzo el ceño en su dirección— ¿Estás llorando?
—Tonta, me preocupaste. —Se limpia las lágrimas— ¿Sabes en dónde estamos?
—Claro que sí, aquí es donde solemos venir cada año. —Miro a mi alrededor— ¿A dónde han ido todos? 
—¿Segura que estás bien? —su voz sigue tensa.
—Cam, me estás preocupando, ¿qué fue lo que pasó?
—Te alcanzó un rayo.
***

No esperaba haber escrito tanto (¡más de mil palabras!), es que me fascinó tanto que cuando me di cuenta ya había creado algo que no esperaba. Lo que me encanta de escribir relatos es que puedo aprovecharlos para dejar libre mi imaginación y no andar tanto con la planificación que se necesitan para las historias largas.
♥♡♥Ah1j@das D3l Bl0g♥♡♥

Reto: Plot a twist!



¡Hola!
A escasos días de que acabe enero de este nuevo y caluroso año, me topé con un interesante reto de escritura en el blog Eleazar writes.
Consiste en escribir un relato con al menos una de las opciones que ella nos proporcione (siendo tres opciones en total).

Para Enero estas son las opciones:

UNA FRASE


UNA IMAGEN

UNA CANCIÓN


En la siguiente entrada estaré publicando lo que me salga de alguna de estas opciones.

¿Qué te parece el reto? ¿Alguna de las opciones te ha inspirado con una idea?

♥♡♥Ah1j@das D3l Bl0g♥♡♥

Referencia

Cada escrito publicado está registrado en Safe Creative. (c) All Rights Reserved 2013. Con la tecnología de Blogger.