Ejercicios de escritura

sábado, enero 23, 2016 0 Comments A+ a-


¡Hola!
Iba haciendo mi investigación sobre nuevos artículos que pudieran ayudarme con la escritura y me topé con una interesante entrada en el blog Lo que Tahis anda escribiendo, ella propone unos curiosos ejercicios de escritura inspirados en Literauta, y quise animarme a probar.
El que escogí sería una frase:
Cuando entramos en el museo, el esqueleto ya no estaba
Y esto fue lo que salió...

Cuando entramos en el museo, el esqueleto ya no estaba.
Todo se va al carajo desde entonces.
La principal tarea que tenemos Seredi, mi compañero, y yo es la de trasladar los objetos del museo planetario cada vez que fuera necesario. Y solo nosotros dos tenemos el «permiso» a tocar el inventario, porque si alguien más lo hacía… bueno, todo se va al carajo.
Ya no le hacen caso a las advertencias de «no tocar» o «solo personal autorizado», la gente ahora hace lo que le da la gana, y por esa razón he debido encargarme del desastre tantas veces que ya he perdido la cuenta. No, en realidad han sido 138 accidentes los que han ocurrido en estos diez años de trabajo. 139 contando esta.
El museo planetario no es como esos museos que encuentras en los libros de historia, este es diferente y mucho más peligroso. Aquí hay altas probabilidades de que salgas muerto, o que no salgas en lo absoluto, lo cual es la opción que mejor me conviene. Los desastres más fáciles de limpiar son los que no tienen cuerpo del que encargarse. La mitad del trabajo ya está hecha.
—¿Procedo yo o procedes tú? —pregunta Seredi, quien observa el espacio vacío con las manos en la cintura.
—Me tocó la última vez.
Asiente y se remanga la camisa.
—¿Quién crees que haya sido? —Saca una pequeña navaja de su bolsillo trasero del pantalón.
Ojeo la pantalla de cristal que cargo y abro la lista de turistas apuntados al recorrido por el museo.
—Hoy solo hubo cuatro turistas —digo mientras deslizo el dedo por la pantalla—. Los esposos Shwarcren, marines extrácticos, están de permiso por una semana, su siguiente misión es la zona rupestre de Virkan 2.0, básicamente para hacer reconocimiento por el sitio.
Usa la navaja para hacer un corte limpio en el dorso de su mano, no tan grande que la mitad de su pulgar. 
—Allar Mirinth, alcaide de la zona este, nuestro jefe lo invitó como agradecimiento por aceptar la expansión a su ciudad.
La sangre celeste se desborda por un lado hasta salpicar la plataforma circular y metálica pegada al suelo, justo donde el esqueleto debería estar. 
—Clairhen Xirr, ex comandante exbórtico, retirada por haber perdido sus capacidades extrasensoriales en su última misión.
El color aluminio cambia por el de la sangre de mi compañero, él cierra los ojos para conseguir una mejor concentración.
Espero en silencio hasta que termine con el escaneo.
—Rribhoriano —comunica al momento de abrir los ojos—. Categoría 4.7, no es civil, murió en 4285.
—¿Color?
—Inconcluso —su voz se agrava a un tono que combina bastante bien con el nivel de desastre en el que acabamos de meternos.
La última vez que un espécimen sacó «inconcluso» nuestro planeta estuvo bastante cerca de presenciar la sexta guerra extraplanetaria. Perdí a mi antiguo compañero con tal de evitarlo.
—¿Trhani?
Parpadeo y miro a Seredi, ahora empapado de sudor.
—Comunícalo.
Asiente y se marcha. Dobla por la derecha del pasillo y saco mi navaja de inmediato. Las gotas rebotan con la sangre de mi compañero, y la combinación de ambos decolora la plataforma hasta un azul negruzco. 
La información llega como un golpe en el estómago. Retrocedo dos pasos mientras las imágenes se recopilan en mi mente tan rápido que no consigo encontrarle sentido a nada. Es la última información la que me tumba y termino de rodillas. 
Han pasado quince años desde la última vez que vi aquel rostro, aún así no me toma ni un segundo reconocerlo. 
Mi cuerpo entero tiembla, las manos me sudan, la saliva desaparece, estoy sufriendo de un ataque de pánico, y todo por esa maldita imagen.
Entonces recuerdo el duro procedimiento, las agonías, las pesadillas, las cargas eléctricas, todo lo que tuve que soportar para convertirme en esta herramienta. De todas maneras iban a echarme al espacio, así que escogí la opción que creí sería menos dolorosa.
—No es posible —musito, con la respiración agitada y los ojos perdidos en el pasado.
El espécimen perdido… soy yo.



♥♡♥Ah1j@das D3l Bl0g♥♡♥

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